Cuidando a la familia
A un importante banquero se le presenta el pretendiente a la mano de su hija:
- Yo amaría a su hija aunque no tuviera un céntimo.
- ¿Eso es cierto?
- Se lo juro...
- ¿Está bien seguro?
- Si, señor. Estoy bien seguro.
- Bautista, dice el banquero dirigiéndose al mayordomo, acompaña a este señor a la puerta. No quiero idiotas en la familia.
20 de Mayo, 2008
2462 visitas